Imaginemos una conversación que empieza con una larga y desordenada descripción, donde no se reconoce lo que es clave, o digamos, la idea principal. Nuestro interlocutor podrá confundirse y en un momento dado exteriorizarlo de formas diferentes: cara larga y confusa, mirar para otro lado, interrumpir y decir que no entiende nada, entre otras muchas posibilidades de reacción (pasiva o activa). Para evitar un suceso como este, hace falta contar con un método útil para abordar conversaciones desde el principio, donde el interlocutor entienda de qué se le habla y para qué se le requiere.
La entradilla (en inglés lead) es un elemento fundamental de la noticia, está ligada naturalmente a textos informativos, es decir, a un flujo unidireccional de información y no a una conversación como tal. Según el Diccionario de la Lengua Española, la entradilla se define como: «comienzo de una información periodística que resume lo más importante de ella». Está compuesta por las seis preguntas esenciales del periodismo, basadas en la pirámide invertida, que es una estructura que sugiere escribir organizando la información con los datos presentados de mayor a menor importancia, a través de la respuesta a las denominadas 5 w y 1 h: qué (what), quién (who), cuándo (when), dónde (where), por qué (why), cómo (how). Si bien es evidente que la entradilla está concebida desde el enfoque informativo, ¿podríamos llevarla a un contexto multidireccional como lo es una conversación? ¿Por qué no?
Aprovechar este recurso del género periodístico, para empezar una conversación resumiendo lo más importante que se va a tratar en ella, buscando enganchar desde el principio, como quien dice, poniendo las cartas sobre la mesa para evitarle confusiones al interlocutor, que suponemos tiene poco tiempo, es una buena puerta para lograr su interés y su apropiación presente y futura de lo tratado en la conversación.
Según Chou [1], uno de los aspectos importantes para una “comunicación inteligente” es resumir los puntos clave al comienzo de una presentación o un reporte escrito. Anota además que esto ayuda a la audiencia (interlocutor) a comprender el contenido y a despertar su interés en prestar toda la atención a todo lo que tengamos que decir.
A medida que nuestro tiempo sea más corto, sea porque nuestro interlocutor no tiene mucho tiempo o es un poco impaciente, acortar más la entradilla de la conversación será ventajoso, sin embargo esto siempre necesitará de práctica.
[1] Chou, Wushow (2013), Fast-tracking your career: Soft Skills for Engineering and IT Professionals, © IEEE Press, publicada por Wiley.
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